edades sexuales hombre

Ni a los dieciocho ni a los setenta estás en tu mejor momento sexual. Los hombres experimentan diferentes etapas a lo largo de su vida, y la cama no es una excepción. Por ello, es muy importante conocer y conocerse, y descubrir qué podemos esperar y qué debemos vigilar en cada etapa de nuestra vida en lo que a nuestra sexualidad se refiere.

De los preadolescentes hasta los veintipocos: 

Es la etapa donde la libido está desatada pero, como en aquel anuncio de neumáticos, la potencia sin control no sirve de nada. Por ello, suele identificarse una gran inestabilidad sexual que se acompaña de un gran deseo (no es raro que sea una época de mayor eyaculación precoz) y una altísima sensibilidad genital.

Hasta que llegan las veintitantos y todo empieza a colocarse en su sitio; aquí el rendimiento sexual sigue siendo altísimo (más de lo que volverá a serlo nunca) y es un momento de probar, disfrutar y empezar a cumplir fantasías.

De los veintimuchos a la primera madurez: 

Ahora es momento de empezar a relajarse. Por norma, el hombre ya tiene pareja estable o los medios suficientes para disfrutar activamente de estar soltero; el deseo sexual ya no es exactamente el mismo que en la adolescencia y el acto se acompaña de preliminares a disfrutar y nuevas formas de seducción.

Cuando llegan los cuarenta: 

Empieza una etapa donde el autoconocimiento de uno suele permitir abrirse a nuevas experiencias, pero con ella también llegan los primeros efectos de la edad: las erecciones se enlentecen, se dispara el deseo sexual psicológico (y las infidelidades) y se descubre que estamos ya en un momento entre dos líneas: somos jóvenes para usar viagra, pero somos lo suficientemente mayores para no funcionar como lo hacíamos cinco o seis años atrás.

Más allá de los cincuenta y cinco, la segunda madurez 

Llega ese momento en el que la capacidad de recuperación no tiene nada que ver. Los médicos recomiendan actividad y confianza en nuestras parejas, la menopausia como enemigo a batir entre ambos… y mucho más.

¿Jubilar el placer?

Después de los sesenta o sesenta y cinco, las erecciones y el deseo dependerán en gran medida de cómo hayamos vivido nuestra sexualidad a lo largo de los años. Pese a la medicación, la vejez (75 años en adelante) nos obliga a cambiar sexualidad por intimidad, pero el sexo seguirá siendo una parte vital de nuestra vida hasta el final.